Fedra Llorente: Veinte Años en la Frontera La luz de la tarde de octubre entraba oblicua por el ventanal del aula de 5º B, dibujando rectángulos dorados sobre el suelo de linóleo gastado. Fedra Llorente, con sus cincuenta y tantos años y la calma que solo dan dos décadas de tiza y paciencia, acariciaba la tapa de un viejo cuaderno. Olía a madera, a papel viejo y a la promesa de lluvia que el skyline de Madrid anunciaba a lo lejos. Vallecas. Su Vallecas. Hace veinte años, en 2